Eternity bores me,
I never wanted it.
Silvia Plath
Ella era intrépida,
fría como un seto de escayola
y “tocaba fondo” sola
nada más cuando escribía.
No era irreal,
pero fingía ser una especie tangible
de entidad infrasensible,
sin nombre y sin domicilio
que incriminaba al exilio
por su otredad imposible.
Ella fue
(si no traiciona la forma verbal inepta)
imperfección que no acepta
verse encarnada en persona.
Atribulada anfitriona
de un paradojal entorno,
con fruición urdió el retorno
al originario influjo
y, sin pensarlo,
introdujo su tempestad
en el horno.
Ella decía que morir
era un arte intrascendente
que hacía excepcionalmente bien,
como el don de abolir las formas
o perseguir una extravagante escala.
Ella,
siempre en la antesala
de una omnipresencia trunca,
no terminó de ser nunca
una sepia colegiala.
RONEL GONZÁLEZ SÁNCHEZ
Seleccionado por Claudio Lahaba
No hay comentarios:
Publicar un comentario