jueves, 9 de octubre de 2014

LAMENTOS


Sí, hermano,
con fuerza, con fuerza…
llamé al amor mío.
Confuso el mar rugía
¡Luna menguante!
¡Cómo se hundía!

Espera un instante.
Oigo sirenas cantar.
¡Aquí, amada!
¡Estoy aquí en la orilla!
¡Devolvedme olas,
aquella que robo la mar!

Su cuerpo velado
por conchas y caracolas.
¡Oh, pasado!
¡Oh, vida enterrada!
¡Diosa adorada!
Deliciosa en el canto,
gozo de mis oídos.

Escucho rubores de espumas,
sin dilación, sin prisa.
A mis pies sombra de ninfa.
¡Amada, amada, amada…!
Domitia de las aguas.

Arriba o abajo.
Trompetas nubosas.
Fantasmas en coro.
Cuerpo informe,
escorado, asobinado
cual imprecisa masa.

Lágrimas, lágrimas…
dolores ahogados
y terribles gritos.
Sí, hermano…
¡grande es mi lamento!

Ana María Lorenzo

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