Tramo a tramo
entre dunas onduladas
doradas, serpenteadas
va avanzando la caravana.
Sigilosos los camellos
atraviesan el desierto
y sus jinetes erguidos
sumidos en el silencio.
Soportando el sol
que quema el arenal
el frío nocturno
y los vientos cegadores.
Así es como es mi vida
nómade, sin pertenecer
a ningún lugar
caminando por la vida
de tramo a tramo
esperando quizás
llegar a algún oasis
en donde afincarme.
Silente, solitaria
va pasando la caravana
rodeada del mismo paisaje
agreste y taciturno que no tiene fin.
Guiada por el cielo
el calor fueguino
y por las noches las estrellas
que alumbran con rumbo fijo.
Tal vez nunca lleguen
a ninguna parte
seguirá errante sin meta
en esa búsqueda cotidiana
de saber adonde
el destino los lleve
y dando vueltas y vueltas
termine cubierta
por el cúmulo de las arenas.
Diana Chedel -Argentina-
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