miércoles, 20 de febrero de 2013

CARCELERA DEL VIENTO


¡Qué locura raída!
¡Qué locura!
¡Qué condena de buitres y peñascos!
Levantarme a los días amarillos con la furia asediando los relojes y los celos colgando de la enagua.
Sentenciada a morir con la sospecha rondando los derrumbes de mis lunas
y una zozobra cruel que se empecina en trepar por despojos de alminares procurando tu huella en la distancia.
Sentenciada a este fallo inapelable de hurgar en tus secretos, a hurtadillas,
de hostigar los aromas sigilosos o la estría invisible de un cabello en el ángulo infiel de tus solapas,
de escudriñar indicios fugitivos,
de acosar otros rostros,
otros labios,
de amarrarle candados a tus vuelos,
de recortar tus lacios horizontes con tijeras de sombras emboscadas.
Siempre lejos del álamo y la lluvia, siempre acechando risas en el viento.
Aferrada al perfil de tu fastidio que se exilia detrás de los azogues para apremiar respuestas escarpadas.
Sucede que el olvido es un insomnio,
tiene ojeras de infamias repetidas y párpados de injurias sin sosiego que amotinan la voz de mis abismos
mientras muerdo traiciones
en la almohada.

Del libro A espalda del silencio de NORMA SEGADES-MANÍAS
Publicado en la Editorial Alebrijes

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