Carne Hambre Huesos
Tus ojos
en el cuenco
de mis manos.
Carne Barro Sueño
Y esa desnudez de penitente
que me ciega la disculpa
ésa que te debo
-o me debo-
por no haberte visto antes
(antes de esta inercia que me retiene
el alma)
por no volverte a ver.
Carne Manos Manos
Muchas manos
que agitan
su vacío en los bolsillos
y en el pórtico
desoxidan
el olvido de un pecado
o te dan
sin mirar una moneda.
Yo igual.
Jamás sabré
dónde escondés los miedos.
TRUDY POCOVÍ -Argentina-
Publicado en la revista Gaceta Virtual 74
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