martes, 21 de agosto de 2012

EN EL OCASO DE LAS AZUCENAS


Despejaste las nubes de mi cielo,
tu sol rotundo me cegó los ojos.
Mariposa en la cruz de tus antojos
clavé mis alas sin levar el vuelo.

Fuiste cumbre y abismo de mi anhelo,
noche y aurora en que viví de hinojos
amasando mi pan con tus enojos,
endulzando tu hiel con mis desvelos.

Es tiempo de vivir, mueran las penas.
Te dejo con mi adiós y tu derrota
en el ocaso de las azucenas.

Despertará mi corazón dormido
y a tu desierto llegarán cantando
las implacables notas de mi olvido.

Herminia D. Ibaceta, EUA-Cuba De su libro: Sonetario cósmico
Publicado en la revista Carta Lírica 40

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