Bajo el celeste mismo,
somos y vamos cabezas,
de pobreza unas, otras de riqueza.
Bajo el mismo celeste
del océano cadáveres
duermen su eterno sueño
y esqueletos alambradas
rompen y saltan.
Vamos con ilusiones a la tierra prometida.
¿Por qué recelas de nuestra llegada?
No queremos arrebatarte nada,
mas podrías compartir tu riqueza.
Ni alambradas, ni muros, ni soldados, ni balas, detendrán nuestro éxodo.
Del libro 13 náufragos de
SALVADOR MORENO VALENCIA
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