lunes, 2 de abril de 2012

SOÑÉ UNA LÁGRIMA

Soñé ver una lágrima rodar por tu mejilla
por mi ofensa sospechada, que tú creiste así,
y aquella gota débil, pura, inmaculada y cristalina,
como espina clavar mi corazón, en el alma la séntí.

Seguí soñando que , haciéndote caricias,
ciego de pasión y conmovido, imploré tu sonreír.
Dibujándose en tu rostro angelical, dulce sonrisa
en la que mi culpa, tiernamente perdonada, yo leí.

Quedámosnos unidos en el almíbar de un beso...
y así algunos momentos dejamos transcurrir.
¡Qué dulce y qué sabroso resulta el perdonarse
cuando el amor triunfa y vence como nos venciera a ti y a mí!

¡Cuánta amargura o dicha puede traer un sueño!
¡Y qué gran satisfacción, la de por amar, sufrir!

SEBASTIÁN PALOMARES MOLINA-Cortijos Nuevos-

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