Duerme, soledad nacida
en arrabales de impaciencia,
en vano orgullo enaltecido,
en deambular asida a la nada.
Soledad crecida y amparada
en los pasos que el tiempo no doblega,
en la espera inútil del después.
Miro hacia el futuro y vas
como adherida a la sombra de mi cuerpo,
duplicándome el alma y la memoria;
y te llevo por el camino elegido
para encontrarme
con la paz de tu presencia
y un cierto temor al desamparo.
MABEL ELENA FAVERÍN -Argentina-
RECITAL ANDALUSÍ EN LOS BAÑOS ÁRABES
Hace 4 horas
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