ROJO LÍQUIDO

Cuchillas sobre mis venas,
deslizo sin pensar
y, en breves instantes,
calor rojo comienza a brotar.

Sentada en el suelo,
entre las sombras del mundo,
miro fijamente
el espeso líquido sangrante.

Pensamientos no aparecen,
la luz roja emanente
obnubila mi mente,
ilumina mi estancia,
envuelve el espacio
del cuerpo llagado,
haciéndose ama de la situación.

La consciencia voy perdiendo,
en un juego de nubes y claros
donde mis ojos van apagándose
en un total abandono
frente a la infinita oscuridad.

Las fuerzas abandonaron ya,
la tristeza, el cansancio,
el frío, el dolor,
desaprecieron de mi interior.

Y en el camino hacia la muerte,
vagaba sin caminar,
empujada por una fuerza
dulce, suave y
tierna en su llevar.

Soledad en mi viaje,
recorrido a ninguna parte,
donde el alma que
mis huesos portaron,
descansarás de un mundo
que la empujó sin remordimientos
sin dolor, ni pena alguna,
a matar el cuerpo, el ser, la carne...

HELENA OTEO FOMBELLA-Collado Villalba-