miércoles, 11 de abril de 2012

EL TEMEROSO

Azorado fue a inyectarse
Soca, lo atiende una nena,
lo inyecta fuera de vena
y no consigue inmutarse.
Cómo logra relajarse
ante aguja bandolera:
él miraba a la enfermera
-un perfecto monumento-
y rezó en aquel momento
por sus piernas y cadera.

María Magdalena Cabrera Zamora -Santiago de Cuba-

No hay comentarios:

Publicar un comentario