Hoy quiero hablaros de El Tejar, mi barrio: originalmente era un barrio residencial, con los primeros bloques de edificios con ascensor que se construyeron en El Puerto en la década de los 70. Ahora son edificios viejos, como sus primeros moradores, muchos de los cuales ya no están. Estábamos separados de la carretera por un huerto de unos ciento ochenta mil metros cuadrados, más o menos, que actualmente se ha llenado de edificios más modernos y de distintos estilos.
La mayoría de sus habitantes éramos trabajadores de las bodegas, fábrica de botellas y del sector naval. Había poco paro entonces y las viviendas se pagaron en veinte años a un interés del once por ciento.
Actualmente todo ha cambiado. Las bodegas y fábrica de botellas de Jerez cerraron y los pisos se revendieron a un precio superior mediante hipotecas de por vida( 30 a 35 años) y en el barrio existe mucho paro y muchos viven de la economía sumergida, como en toda Andalucía.
Últimamente hay muchos emprendedores que intentan salir adelante montando negocios en el barrio. Suelen durar poco habiendo varias cadenas de hipermercados en las cercanías. Pero algunos resisten y es de agradecer poder comprar alimentos cocinados un domingo o un día que no se tenga ganas de cocinar. De comer en un buen bar_ restaurante como Los Claveles, o tomarse unas copas con buenas tapas gratuitas como en la Venta Andalucía y el bar Paternero.
Tenemos en el barrio un colegio y una guardería, freiduría de pescado, pollos asados, varias panaderías y bares, un polideportivo cubierto, farmacia, un chino, papelerías, etc.
Pero es una ciudad dormitorio, no hay actividades de ocio aparte de los bares, y para casi todo la gente va al centro urbano o a los centros comerciales. Pues eso.
Hoy, mi Carmen y yo, hemos ido a la playa, luego hemos regresado al Tejar, para tomar unos refrescos y comprar la comida y la cena en el asador La Candela. Estaba muy rica.
JUAN PAN GARCÍA -Puerto de Santa María-
Revista poética Azahar, nº 133
Hace 7 horas
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