«Antes que me llegue mi postrero día y mi cantar se extinga con mi aliento, ¡toma, patria, mi última poesía! ¡Ella es de mi amor el testamento! ¡Ella el adiós que tu cantor te envía!»
José Gautier Benítez
Declamaré mi llanto y escucharás mi Oda
mientras preparas mi lugar en nuestro Parnaso,
porque me han exiliado de mi propia tierra
y como tú, me siento lejos de mi patria,
y como tú, la lloro, desde su mismo suelo,
«tú, que me das el aire que respiro
y vida al canto que espontáneo brota,
cuando la inspiración en raudo giro
con su alas flamigueras azota
la frente del cantor; ¡oye mi acento!»
te pido perdón por haberte fallado.
¡No te pude alcanzar, Gautier, desde mi propia cuna!
Fue el Gustavo en tus letras mi seudónimo oculto,
fue la voz que escuché de la “Ausencia” en tu prosa
o fue que te escribí cuando la noche calla
o cuando la bohemia irrumpe con su canto,
sobre nuestras trincheras, sobre la vida misma,
sobre el amor que a un puerto no llevó su vela.
Traté de emular tu romántico encuentro,
la pasión de tus letras, el “Regreso”, el lamento
cuando el abrigo falta, y la cama no invita,
cuando todo esfuerzo de respirar se agota
y no queda más que escribir nuestra esquela.
Lourdes M. Collazo -Puerto Rico-
Publicado en Acantilados de papel
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