AMARRADO A TUS ENCANTOS...

Hay un sentir entrañable, a veces frenético... que vive en mí... que brota de mis poros al evocarte...
Dibujo en un rincón de mi alma... tu piel canela... que sabe a miel y monte, tus ojos que embelesan con una mezcla de dulzura y osadía... tus cabellos sedosos que acaricio como un suave roce de una mariposa en vuelo...
Mis versos danzan inquietos, inspirados... Proyecto mi anhelante deseo de encontrarte... para desterrar una realidad sufrida y gozada en décadas transcurridas, con sus luces y sus sombras...
Quiero reflejar en mi realidad próxima... el renacer de un adormecido romanticismo... que como un Fénix... resurgió de las cenizas... exaltando mi tacto entumecido... avivando mi corazón endurecido... con la alquimia de tus encantos...
Embelleciste mi poesía itinerante... mi mundo opaco se iluminó en la órbita de tu universo... que empieza a irradiar destellos áureos en la perfecta simetría de tu exquisita singularidad...
Poeta rendido a tu dulce, intensa y febril femineidad... no hay recetas... no hay cánones que expliquen lo que vibra, lo que sacude mi alma... lo que generas en mí... tratando de plasmar lo que siento en el verso libre... que enriqueciste en sabor y en color...
Mi prosa... como mi sentir... es transparente... como tu mirada que taladra mi conciencia...Tu imagen me acompaña como el Sol del día... y como la Luna de la noche... En cada parpadear, en cada metáfora, en cada letra... asomas... como una reminiscencia que encandila y con tu aroma de azahares que me envuelve...
Hay un azul encanto en tu cadencia... tu frescura es un milagro de nieve que aceleró mis latidos en el estío de mis días grises... que embriagó mi pulso... que endulzó mis oídos... Mi pluma está cargada de la tinta de una pasión que atesoraste en mis arterias...
Mis versos desnudos necesitaban descargarse de tanta imaginería... impacientes, sentimentales, como ese fruto maduro que estalla para esparcir su esencia a los vientos...
Convertido en tu exacerbado poeta... te dedico este poema... con delicados e intensos sentimientos... sediento de tus caricias y tus besos... El instinto duerme sofrenado en tu recuerdo vivo... y despertará a tu lado...Y se detendrá el tiempo... en el entresueño de una noche lenta... que no tendrá principio ni fin...

Jorge Daniel Pérez -Argentina-