FLOR MARCHITA

En soledad agoniza aquella dama.
Vientos que aúllan
y rechina la puerta, reclama
su deterioro, ella es de nadie
como ave sin nido,
temblorosas manos, lágrimas negras
en recuerdos de su último beso,
abandonada como flor marchita,
sus hijos, recorren el mundo
sin memoria alguna,
mirada vaga, pelo cano
suspira y espera a la muerte,
su silencio es inmenso
como pasos perdidos en la inmensidad
de la bruma, sóla, mísera ausencia
del amor sublime.
Peca el gorrión en su canto
y el alebrije se rompe,
era bella, de luminosos ojos
de sonrisa clara, piel marchita,
cabellos grises como nublada tarde.
Lagrimas quemantes
y mueren las rosas del jardín olvidado,
mísero olvido de hijos desgraciados,
peca el gorrión en su canto
aúllan los vientos
y temblorosa... una lágrima cae...

ALADINO LAVIAS OLVERA -México-