Hoy caminando por la calle a un extraño vi, hacia mí venir,
preguntaba en silencio que es lo que hacia yo por ahí,
mirándolo a la cara, quise su rostro grabar en mí
y con sonrisa muy amable, me dijo ofreciéndome su mano
¡ven camina junto a mí! su voz era tan dulce
que sin pensarlo yo le correspondí,
me hizo mil promesas en las cuales yo creí,
pues él iluminaba mi camino mientras caminaba junto a mí,
relatándole mi vida, paciente escucho,
limpiando con sus manos mis lágrimas él secó,
¡no te preocupes chiquilla todo eso ya pasó ahora aquí estoy yo!
confía en mí y no te fallaré y nunca te engañaré,
iluminaré tu sonrisa para que veas un nuevo amanecer
porque aquí, contigo yo estaré.
Emiliana Ríos Cortes.
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