La luna está envidiosa
te vio salir engalanada
cómo esperar una diosa
usar mi mejor coartada
Te espero muy impaciente
hurgaré testa azabache
para ti el mejor cliente
mis dedos harán su derroche
Apretaré tu fucsia pecho
hasta que brinque su color
los tendré desnudos en mi lecho
aprovecharé rico sabor.
Te apretujaré a mi pecho
hasta palpar tus tersas nalgas
te conduciré a mi lecho
conseguiré que tú no salgas.
Descalzaré tus hermosos pies
los enjugaré con mis manos
los acariciaré a los diez
los contemplaré muy dichosos.
Subirán mis ávidas manos
por tus bien torneadas columnas
se maravillarán a palmos
tu rosada piel erizadas.
Llegaré hasta tu capitel
de tu triangulo invertido
besaré clítoris cual clavel
me quedaré muy complacido.
Brotada vulva y mi boca
se estremecerán de placer
coro de pajaritos, loca
escucharás a más no poder.
Tus rosados pechos dormidos
reclaman prestos mi atención
mis traviesos dedos asiduos
a tus pezones con ilusión.
Mi boca muy apasionada
bebiendo néctar de la tuya
tu boca bien aprisionada
adueñándose como suya.
Que sí vamos amarnos tanto
que nos envidiará la gente
tenemos amor para rato
que nos seguirán la corriente.
Alberto Recalde Romo -Ecuador-
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