QUEMÁ EN MI SOLEÁ
El día que te conocí,
esa noche no dormía;
ya por ti empecé a sufrir.
Me asomaba a la ventana
a ver si te podía ver
desde la tarde a la mañana.
Como pastelito de almíbar
te mostrabas de dulce
y creí que me querías.
Prisionera soy y no vivo
que casi nunca veo la calle:
siempre sola me deprimo.
No has saciado mi sed
de mujer enamorada,
si me echas sal a tu merced.
Te comportabas tan hueco,
que te dejé de querer;
mira ahora, ya estás seco...
CUÍDALA, QUE EL AMOR ES VULNERABLE
Si el amor de una mujer,
tú lo quieres retener...
no la humilles por querer
la razón siempre tener.
Dulcemente dale un beso
y acaricia su cabello,
mientras ella por tu cuello
te hará ver el universo.
El amor es vulnerable,
como el furor de una nube,
tan cortante como un sable,
que yo enamorada estuve.
Dale amor y compañía,
no la dejes mucho sola,
porque igual que te dijo hola,
pues adiós diga algún día.
María Sirena Matrí Mar -ESPAÑA-
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