MIRADAS

Mirando a lo lejos
encontré tus ojos
oscuros y grandes
profundos y tristes
perdidos sin rumbo
y con ganas de amar.
Ésa era tu mirada
diáfana y perdida
con melancolía
sin rumbo a donde
mirar y descansar
y con ganas de amar.
Fueron nuestras
miradas las culpables
que se cruzaron
aquel día solitario
de aquella tarde
llena de sol.
Miradas que a lo lejos
se encontraron
para darse luz
candor y mucho amor
sin querer enamorarse
ahora se juntaron las dos.
Ahora esas miradas
solitarias y tristes
se iluminaron
con ilusión y candor
ya no están solas
porque ahora se aman.

Violeta Mendoza