domingo, 29 de mayo de 2016
CUANDO LA LUNA...
Cuando la Luna, ya aderezada,
en la fase llena, espléndida, encantadora, mágica se muestra,
a mí me verán y me oirán liberando, mostrando, recitando mis odas y mis poemas de cara al viento cantando,
para que raudos sean transportados hasta los oídos de mi amada. O me escucharán recitar a viva voz, "a capella"
a la voluntad del Cielo,
como solitario jilguero
en tiempos y en afanes de amores, en su árbol, en el estero.
Ella, mi amada, en el vergel, en el jardín sentada,
de rosas, de begonias, de inquietas mariposas acompañada
y de exquisitas fragancias perfumada, atenta mi cantares oyendo. La Luna con el claror, con la luz del Sol prestada,
su tersa cara iluminando y su esbelta figura resaltando.
Y cuando la Luna en su fase nueva, está a escondidas,
en su soledad y tiempos se acicala para su amado Sol,
se adorna y se adereza, se prepara allá en su Lar,
en sus querencias, allá en su aposento, por allá en el firmamento, entonces yo, imitándola a ella, en solitario,
mis inspiraciones y mis versos nuevos para mi amada,
los estaré pensando, los estaré escribiendo
acá en estos suelos, en este mi sitio, mi lugar, mi hogar,
en mis momentos, en mi apartamento.
Angel Ignacio Chacón Aquino
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