Reír para llorar, o llorar
para reír.
Tristeza profunda como
grietas en la tierra,
navega mi lacónica mirada,
y el horizonte se pierde.
Peregrino que no halla su fe,
y el halcón que pierde
a su presa.
Tristeza que envuelve
y lo azul se torna negro,
bosques que callan y un soneto
incompleto, cicatrices frescas,
como el recuerdo de tu sonrisa.
ALADINO LAVIAS OLVERA -México-
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