Hoy me asalto el corazón,
una duda inmensa,
una tensión tremenda,
volví a verte, en mi ilusión.
Yo vi tu cuerpo tallado,
como estatua a mi lado,
y me sentí tan triste,
triste, y desconsolado.
Recordaba tus brazos,
como hiedras pegadas,
lánguidos sargazos,
y tú, a mi corazón atada.
Tu pelo como salto de agua,
caía breve, sobre tus hombros,
entonces desperté de mi sueño
con mudo, y grato asombro.
¿Como te soñé cercana?
¿Como sentí todo tu aliento?
¿Como me tocaste, como el viento?
si estas allá, tan lejana.
Y suspiré con enojo,
contra espacio, y esperanza,
una me aleja de ti, la otra…
te añora en la distancia.
José Prado -Estados Unidos-
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