Desde adentro,
respirando profundo
porque el aire es poco,
el cielo no es azul y cada noche...
cada noche es más larga que la noche.
Sueño con verte otra vez,
con ver la luna
que desde aquí no sonríe.
Sueño que un día
volveré a encontrar viejos caminos,
un nuevo hogar, una nueva esperanza:
poder valerme de mis manos,
de mis sueños.
Miro mis pasos hasta aquí
y, desde adentro,
siento que el alma se me escapa,
que puedo volar cada vez más alto.
Que falta poco para ver la luz del sol
y mi futuro, hecho presente,
entre tus brazos.
Gonzalo Salesky
Publicado en la revista Nevando en la Guinea 35
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