Hoy día es fundamental y básico tener unas relaciones interpersonales interactivas, ya que así lo exige nuestra sociedad y es que existen personas que son muy creativas y listas, pero que a la hora de relacionarse con sus semejantes, no saben expresar su mensaje o su idea sobre un determinado tema y se colapsan con su timidez o les falta una base cultural básica para expresarse con claridad y concisión y los nervios les pueden jugar una mala pasada en un acto público …
En las relaciones de pareja también ocurre que una persona es la “dominante” y la otra es la que se adapta a ella por conveniencia o comodidad o para evitar discusiones, aunque al principio de la relación con el impulso sexual y con la idealización de esa persona todo se ve de color de rosa y decimos que esa persona es la mujer o el hombre de mi vida, pero pasado ese tiempo vigoroso, lleno de felicidad, viene la rutina y los días malos, de crisis, de pesimismo, de soledades, de silencios y todo eso se derrumba y empieza a decaer el amor y lo que es peor la complicidad de la pareja, la confianza en el otro, no se hablan las cosas importantes, se cae en un estado de hastío y desazón hasta que llega la ruptura de la pareja que parecía tan bien avenida, de cara al exterior y a la galería, pero la monotonía, el agobiante trabajo laboral y la falta de diálogo y confianza minan la idílica relación.
En las relaciones interpersonales de amistad, si esa amistad no es egoísta y con contraprestación, puede resurgir una relación muy bonita, pues si hay un problema de la índole que sea sabes que ahí está tu amigo-a, para por lo menos escucharte y darte alguna sugerencia o consejo, para quizás salir de esa depresión, de ese pesimismo crónico y empezar a ver la vida con ilusión, con esperanza y con ganas de seguir viviendo y luchando en el camino terrenal…
Juan Montero Lobo “Visnú” -Segovia-
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