Me morí así, de repente,
y…, aún me resiento de aquella muerte.
Menos mal que resucité,
y vi otras huellas en el camino
que me condujeron al minuto eterno
dibujado en el cristal de los besos.
En el cristal de los besos, deposité
sueños incumplidos.
Aquellos sueños,
son hoy átomos compartidos.
Me morí y remorí, otra vez me morí.
Menos mal que el ángel del tiempo,
me devolvió a los sueños,
sueños cumplidos.
Aquellos sueños,
son hoy átomos con espíritu,
han crecido, tienen sangre propia.
Son vida que cumple vida.
Aquellos sueños,
soy yo, que he vuelto,
limpia de odios,
libre de miedos,
lúcida de recuerdos,
lasciva de mañanas.
Soy yo, creada y recreada.
Manuela Bodas Puente -Veguellina de Órbigo, León-España-
Publicado en la revista Archivos del Sur
No hay comentarios:
Publicar un comentario