domingo, 7 de abril de 2013

QUÉ SOLOS


Sentado de reojo en la ventana
tus ojos apropiados de los míos,
el rito de la muerte nos dejó
excusa y seña para acercarnos.
Alguien me dijo tu nombre.

Enterramos en los cafés el duelo.
Tus manos y tu gesto se hicieron voz
en un papel que me alargaste
por encima de la mesa.
Preguntaste cómo era estar muerto.

La tristeza es una compañía larga.
Querrás volver a verme.
No te traerá el recuerdo,
no te harán volver ni el miedo ni la muerte.
Alguna soledad
te traerá hasta mí desde su mano,
una manera mía
te llegará en el silencio de un silencio
Alguna palabra que dejé caída
como al descuido
se despertará tras el tiempo
hasta cercarte.
Vendrás. Qué importa el resto.

INMACULADA PÉREZ
Publicado en la revista Sea breve, por favor

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