domingo, 10 de febrero de 2013

TODO CUANTO EXISTE


Para ejercer el trueno,
combativo, dueño y señor de abismos, de volcanes,
caes como un relámpago imprevisto sobre caderas de contorno herido y cinturas de arcilla derrotada.
Te sientes heredero del dominio y en esa travesía hacia el silencio
- después del armisticio y la cautela que sigue a su ansiedad espigadora –
exilias, en el humo,la distancia.
Esa fatiga es todo cuanto existe,
el oscuro mandato,
la ordenanza que en sus pactos, en códigos secretos, en negros conciliábulos y a tientas,
los hombres redactaron con migajas.
Pero el alma reclama la ternura, un retoño de sol bajo los párpados,
manojos de amapolas indulgentes,
genuinos territorios de caricias,
confidencias,
capullos en rodajas.
No le alcanzan los dientes implacables, las sílabas convulsas, los suspiros.
No le bastan las ráfagas de esquirlas.
Entonces se rebela,
desvirtúa esa vulgar contienda, esa batalla.
Testimonia que todo cuanto existe en esa orografía incandescente, en esa orografía cegadora
no es más que un balbuceo, una impostura, una turba de historias maniatadas.
Testimonia que siempre es opresivo aceptar los convenios arbitrarios y obligarse a la sombra,
a los eclipses.
Por eso es necesario el manifiesto y presentar la prueba apasionada:
la mitad de este sueño inadvertido que aguarda un sortilegio,
una liturgia,
algún vitral de asombros desvelados donde encontrar,
sin furias ni tormentas,
la impecable mitad de su esperanza.

Del libro A espaldas del silencio de NORMA SEGADES-MANIAS
Publicado en la Editorial Alebrijes

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