Extraño y breve oficio éste:
vivir en el reverso el ojo transparente
de la aurora, y que todo llegue
del revés y más oscuro mostrando
inexplicable inercia, una hebra de rutina
entre los dientes o esa lenta, insensible
fatiga de las cosas, que sólo es –si bien se miraotra
forma de advertir el incipiente peligro,
el principio del fin
o esa sutil vibración de una pausa
en el gesto que ni a sombra llega.
Suena el silencio, carraspea, tose,
aclarase la voz. Subrepticio,
insensible, por ahí comienza.
Alberto Infante. España
Publicado en la revista Oriflama 17
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