miércoles, 22 de agosto de 2012

BARCELATA, CANTOR DEL ETERNO FEMENINO


Por Juan Cervera Sanchís -México-

 Lorenzo Barcelata (l898, Tlalixcoyan, Veracruz, 1943, Ciudad de México), permanece vivo en sus canciones, pues canto siempre inspirado en “el eterno femenino” que, como muy bien definió Johann Wolfgang Goethe, “nos guía hacia lo alto”
Barcelata, al igual que el autor de “Fausto” y “Las afinidades electivas”, dos libros  fundamentales, vivió permanentemente enamorado de la mujer dejándonos  testimonio  de ello  en cada  una de sus composiciones.
Ahí  está su vals “María Elena” que, los  corazones enamorados, al escucharlo, se estremecen de profunda  emoción con aquellos que dicen:

“Vengo a cantarte, mujer,
mi más  bonita  canción,
porque eres  tú  mi querer,
reina de mi corazón...”

 Así de  sencillo, tal como lo expresa Barcelata en este vals, es el amor y son de simples los enamorados de todas las edades y de todos los tiempos.
Sí, Lorenzo  Barcelata, supo cantar al amor inspirado  en el eterno femenino. Veamos  esta otra composición suya que lleva por título “Por ti aprendí a querer”, donde testifica:

“Con la esperanza de un dulce amor
se abrió a la  vida  mi  corazón;
y en las cenizas de mis tristezas,
como  una  estrella brotaste.
Un nuevo canto brotó en mi ser
y con locura de  amé mujer.”

La mujer  fue  la  guía sentimental y  documental que guió en la  vida y el arte a Lorenzo Barcelata y así la deifica él en sus  canciones y las  viste, en ellas, de lindos diminutivos como podemos constatar en “Palomita”, que tantos hemos cantado alguna  vez incluso sin sospechar  al  autor, ya que como bien  dejó  dicho Manuel  Machado: “Hasta que las canta el  pueblo / las coplas  coplas no son/ y cuando las canta el
pueblo/  ya  nadie  sabe  el autor”. Cierto, muy cierto, pero aquí de  ninguna  manera  dejaremos de recordar  que fue Lorenzo Barcelata  el creador de esta popular canción:

“Vuela, vuela, palomita,
vuela, vuela al palomar,
no te  vayas tan solita,
yo te quiero  acompañar.”

Con algunas  canciones de Barcelata  suele suceder que la gente las canta sin saber bien a  bien quién fue su autor, aunque mientras  vivió  gozó del reconocimiento de la mayoría de sus contemporáneos  y  hasta  escribió  por encargo  el himno del agrarista.
Sus  canciones lo hicieron célebres entre  los  mexicanos  de su tiempo y, dado que era  un formidable  guitarrista, viajó por toa la República y diversos  países  extranjeros cosechando memorables éxitos como solista. Aunque formó  un grupo llamado Los Trovadores, que tuvo un éxito realmente  extraordinario y, la verdad,  no era para  menos, ya que lo integraban, junto con Barcelata: Agustín Ramírez, Ernesto Cortázar y Carlos Peña.
Estos trovadores se  hacían llamar también de Tamaulipecos y fueron decisivamente  apoyados por don Emilio Portes Gil, quien era entonces gobernador de Tamaulipas.
Tras  un periodo de  vida  musical  errante, que lo llevó de un lado para otro, Lorenzo Barcelata,  decidió establecerse en la  ciudad de México, donde  fue  director de la radiodifusora  XEFO, que allá por  los años treinta del pasado siglo operaba bajo el patrocinio del Partido Nacional Revolucionario. Por dicha  radiodifusora, gracias a Barcelata, pasaron los  mejores intérpretes mexicanos  de entonces.
Hay que decir que a  más de sus canciones escribió música para numerosas películas. Entre ellas “Allá en el Rancho Grande” y “Jalisco nunca pierde”, por  recordar  solo dos, conocidas de todos. Asimismo tuvo algunos pequeños roles en varias de ellas.
Lo esencialmente suyo  fueron sus canciones, donde su devoción por “el eterno  femenino” se patentiza y, al escucharlas, hoy como ayer, nos  vuelven a estremecer y a recordarnos, con  Johann Wolfgang Goethe, que la mujer, en el reino de la vida, seguirá por siempre protagonizando el papel estelar.


No hay comentarios:

Publicar un comentario