Esto es el paraíso Una anciana mira con ojos cansados y corazón degastado una mísera pensión que apenas cubre sus necesidades. Un bebé abre sus ojos, escrutando con interés el misterio continuo que le rodea. Una madre reza por su futuro mientras se toca el hinchado vientre y aspira a que su hijo nazca en un mundo mejor. Jóvenes que buscan un lugar bajo el sol donde huir del hambre, se arriesgan en la noche, sobre las aguas revueltas y malditas que quieren cobrarse su cuota de carne.
Hay una patera abandonada en la playa. Un cuerpo desnudo y muerto aparece en la arena. Las cárceles están llenas de desesperados. Hay un explotador con su repugnante red acechando entre fresales e invernaderos. Una chabola se cae a pedazos y, en su oscuridad, veinte hombres se reparten espacio y alimentos. Cinco educados políticos discuten sin cesar el sexo de los ángeles.
Ya no restallan látigos de siete colas, ni hay largas filas de esclavos encadenados por el cuello, pero las condenas siguen siendo las mismas, aunque se vistan con otros ropajes.
Esto es el “paraíso” que nos vende el sistema.
Francisco J. Segovia-Granada-
No hay comentarios:
Publicar un comentario