viernes, 3 de junio de 2011

TALLER LITERARIO

FUTURO GRIS

Cansado de llevar a cuestas mi pasado,
deambulo entre sentimientos encontrados.
el banco de mi tiempo se detiene,
congelando créditos a mi paso,
ya no existen avales que me amparen,
ni ofertas que hipotequen mi futuro.
voy acumulando el blanco de mis días
sin perspectiva de vida y sin futuro.

VIRTUDES ROLDÁN

PEPÓN Y JUANITO

Pepón cansado se
sentó en el banco
que Juanito pintó
de blanco.
Juanito gritó: Pepón,
Pepón, pero el pantalón
de Pepón de blanco
se llenó.
A su casa llorando llegó.
Su madre se asustó
y le preguntó
- ¿Qué te ha pasado Pepón?
- Que Juanito el banco
pintó de blanco y
yo que estaba cansado
me senté y el pantalón
de pintura me llené.
- No te preocupes Pepón
todo tiene solución.
Pepón de alegría saltó
porque su madre no le riñó
y a besos se lo comió.

CARMEN PÉREZ MARTELL

BANCO-BLANCO/ PASADO-CANSADO

Ya casi ha terminado todo, ahí estaban celebrando este día maravilloso para los niños. El tener gemelos es estupendo pero a nivel de economía siempre había sido un hándicap. Todo se compraba multiplicado por dos, pero las satisfacciones también se multiplicaban por dos.
Al pensar en el pasado cercano se sintió un tanto cansada. Los niños iban a hacer la 1ª Comunión y su situación económica no era desgraciadamente, la más boyante. Las ventas se redujeron en un 30% y casi no cubría gastos, incluso tuvo que prescindir de un empleado. El fiel Lucas que durante 25 años luchó junto a ella codo con codo. La indemnización supuso la casi totalidad de sus ahorros. Recuerda el día en fue la Banco y su conversación con el Sr. Blanco, director de la sucursal del barrio. Había pasado un mal trago cuando le solicitó el crédito para cubrir los gastos que la Comunión le iba a acarrear, pero no podía negarles a los peques algo por lo que suspiraron durante los dos años que duró la catequesis. La familia y yo no estábamos muy a favor de que los niños comulgasen a tan temprana edad, a los 10 años no se tiene el suficiente conocimiento para poder elegir las ideas religiosas; pero hay que seguir la corriente y a los peques lo que les hace ilusión es la parafernalia de trajes, ágape, regalos y protagonismo que tendrán ese día. Los matices grises del acto se obvian, sólo prevalece el blanco, blanco en los trajes de los comulgantes sentados en sus bancos, blancas las flores que adornaban la iglesia y blanco brillante el de unos preceptos y deberes que no entienden, son demasiado jóvenes inculcado por todos nosotros a ellos, aún a sabiendas que solo un porcentaje muy pequeño llegará a honesto creyente y practicante.
Suspiré cansadamente de nuevo, me recliné en el respaldo del banco rememorando el pasado, cuando los niños hacían la 1ª Comunión de manera sencilla. También había vestido blanco pero el convite era algo familiar que se solventaba en la casa familiar con un chocolate, unos bollos y quizá unos azucarillos para los más pequeños. No faltaba eso sí el anís para las Sras. y el brandy para los Srs. Las familias eran numerosas, no había casi problemas de fertilidad y desde luego nadie acudía a un banco de semen para ayudarse en la procreación. Me levanté diligente del banco y acudí prontamente a la llamada de los gemelos vestidos con sus galas blancas. El pasado quedaba atrás.

CONCHA GOROSTIZA

EL BANCO

El blanco banco
asienta en la cima de la montaña
al lado de una piedra,
solo,
esperando.
Llega el sol, las tormentas, el viento,
la lluvia, la noche, la nieve,
pero no se mueve.

Llega la gente
cansada, dolorida, hambrienta, sedienta,
se queda allí muy poco tiempo
grabando iniciales en la madera
sentándose un ratito
mirando el paisaje,
charlando, los niños jugando
pasando el día.

Un breve momento en los anales del tiempo.

Después,
silencio… solo
silba el viento,
se cierne el águila
buscando un ratón huidizo,
bala un coro de ovejas a lo lejos.
El blanco banco sigue inmóvil
y solitario en su cima.

ANNE SAMPSON

MI PUEBLO BLANCO

Mi pueblo es blanco
como la espuma del mar.
Sus calles limpias
y empinadas
y si miras desde algunas
se ve el mar.
Recuerdo que en mi escuela
había más de un banco.
En ellos yo me sentaba
para aprender a leer, escribir
y sumar.
El Cara al sol no se quedaba atrás.
No aprendí lo que hubiese querido
porque tenía que trabajar.
Ya han pasado muchos años.
A veces me siento cansado.
Soy mayor
que le voy a hacer ya.
Lo pasado pasado está.

ANTONIO BASALLOTE

RECORDANDO

Al llegar me senté en el banco
porque de tanto caminar estaba cansado.
En el cielo, pintado de blanco,
se reflejó mi viejo pasado.

Fue un gris y pesado pasado
que me dejó en blanco
en muchas ocasiones y cansado
terriblemente de luchar con el banco.

Ahora ya no me importa mi pasado
y me siento a pensar en cualquier banco
y no es porque me sienta cansado
sino porque no quiero ser su blanco.

Es posible que el beso blanco
que ella te regaló en el pasado
te deje el pensamiento cansado
y necesites un cómodo banco.

JOSÉ LUIS RUBIO

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