Dejó ir las palomas de su alma
Vuelo alto, seguro, impecable.
A lugar amplio donde sus sueños fueran a nacer.
Sueños blancos que crecieran a la par de su conciencia.
Conciencia sin tocar, a la espera de cambios, que las hicieran despertar.
Son anhelos enterrados, por el miedo al andar a pies descalzos;
cansancio por no vislumbrar a tiempo, el punto de llegada;
ceguera filosa que las empujan a parar o desviar.
Palomas blancas, altivas, soñadoras, a su cielo a conquistar.
Los valientes nunca dejan de temer, sólo nunca dejan de intentar.
Vuelos en declive quizás sean trampolín para que alto vuelvan a volar.
Son esos puentes transitados y largos, los que llevan al punto en donde han de empezar...
Encontrándose al mismo tiempo, miedos, anhelos y cumbre a alcanzar.
Luna dormida
No hay comentarios:
Publicar un comentario