Quiero comprarle al pasado
los años que ya se fueron,
los años que a mí me dieron
la inocencia y el pecado.
Comprar al cielo estrellado
los recuerdos de una infancia,
que se quedó en la distancia
junto con la juventud
y se fue con prontitud
en delicada fragancia.
Quiero comprarle al pasado
los abrazos y los besos,
y los sucesos impresos
de ese momento sagrado.
Quiero guardar con cuidado
los recuerdos en mi mente,
para tenerlos latente
en la historia de mi vida
y que sean la medida
para vivir el presente.
Quiero comprarle al pasado
la tibieza de una piel,
y tomarme su aguamiel
como había imaginado.
Y en un cuerpo acanelado
que para mí es seductor,
pintaré con un color
la ternura de su entrega
de un presente que se pliega
a mi ser con mucho amor.
Quiero comprarle al pasado
las caricias de su sexo,
y poseerle en mi plexo
como si fuera un tornado.
Soñar que nadie ha tocado
de su piel lo que es bendito,
así... saciar mi apetito
en mi tiempo que reclama
un deseo en mi epigrama
y comérmelo todito.
María Magdalena Pérez Quirino
No hay comentarios:
Publicar un comentario