el cielo se encapota y todo truena
bebo del vaso negro
hasta las últimas consecuencias
hasta que se cansan las ventanas
en la otra orilla
de esta cabeza doliente
yo vi a Li Po bajar por el Limay
con su sonrisa implacablemente ebria
con su viejo morral
de poeta gastado
esperaba una muestra de cariño
Li Po
nunca lo sabremos
el crepúsculo nos sorprende así
despacio
y para siempre
Del libro “26” de
Tomás Watkins -Argentina-
Compartido por Rolando Revagliatti
No hay comentarios:
Publicar un comentario