YA ESTABA ESCRITO

Masticando el hircismo,
despierto la batalla frente al sol.

Pelea por alimento,
ganas de sustento
con dolores de costilla,
de cadera, cabeza y rodilla.

Esclavo de la luz,
sueño de la noche
que baja un régimen
y baja un horario
y cuela la arena
sobre un rosario.

Romero hiriente
corriendo en la vertiente
tras una raya de paja.

Trabajo de una piedra desplomada,
que solventan la comida.
Es el fastidio líquido en el retoño obrero.

Presa de cronos
que bebe agua de sal.
Cambio tiempo por ojos de oro.

Soles en mis bolsillos,
lunas muertas en mi almohada,
ampollas en mis caricias,
rodillas dañadas.

Mastico el sudor,
trago saliva
y una sonrisa
de un botón silvestre
es suficiente como mi paga.

ÁNGEL OMAR VERA