Hace exactamente un año
partiste madre querida
y ya me parece un siglo
de recuerdos y abandono.
Tu amor, cariño, y sabiduría
no se borrarán jamás
el tiempo no será su enemigo
de nuestras mentes no te irás.
Fuiste dedicada sembradora
aprovechaste buena semilla
y te fuiste recogiendo
las mejores cosechas.
Admiro tu entrega al trabajo
ese amor y dedicación
para tu esposo tus hijos
y esa fe para con Dios.
Espero si hay un más allá
te hayan condecorado
con todos los galardones
y mejor madre proclamado.
Alberto Recalde Romo -Ecuador-
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