ARTÍCULO

SECRETOS INCONFESABLES…

La información en nuestra posmoderna sociedad es casi siempre poder y dinero en la mayoría de los casos y existen secretos en las relaciones interpersonales que a veces son confidenciales y no se pueden desvelar porque pueden afectar la marcha y el negocio de una empresa mediana o una multinacional al rebelar una información secreta que la desacredite mediante mentiras o bulos falsos que se emiten incluso por las redes sociales para hundir a esa empresa o para evitar su crecimiento económico desorbitado.

En las relaciones sociales los secretos nunca se deben contar a terceras personas porque así perdemos la credibilidad de la persona que nos contó ese secreto y nos rogó encarecidamente que no lo divulgáramos a nuestro círculo social y si así lo hacemos no le respetemos, le delatamos y si llega a sus oídos ese secreto inconfesable podemos perder la amistad de ese amigo para siempre.

Todos tenemos algún “secretillo” inconfesable, que es nuestro, que es personal e intransferible y que no nos apetece contar ni a la familia, ni a los amigos, ni a nadie y que siempre se quedará guardado en nuestro corazón y si algún día queremos que alguien más le conozca, le trasmitiremos libremente a quien nos convenga realmente decírselo con esa cláusula de “secreto inconfesable” sin que sea conocido por nadie más y con la obligación moral de su no divulgación social.

Aunque ocurre en determinadas ocasiones que desvelar un secreto nos sirve de desahogo, de algo que quizás no nos dejaba vivir tranquilos y al contarlo a una persona de confianza, el agobio y la relajación llegan y esa persona se libera de una carga insoportable y en otros casos por miedo a la reacción de los demás se lleva su secreto a la tumba…

Juan Montero Lobo “Visnú" -Segovia-