Quiero cantarle a la tristeza,
pero yo no puedo
tan ausente en mis días,
tan ausente en mis sueños.
Quiero escribirle a la tristeza,
pero brotan solo palabras de consuelo
¡y me digo a mí misma!
¿tristeza dónde escondes tus ojos negros?
Quiero cantarle a la tristeza, pero yo no puedo
como describo esa caricia ausente en mis desvelos.
Jilgueros trovadores a tu dolor cantaron con tanto celo,
y sus plañidas voces derritieron a los mismos hielos.
¡oh tristeza!
Tan invisible e imperceptible a mis letras,
en el macro inconfundible del maldito verso.
¡Oh tristeza!
Tan profundo e inescrutables
tus lamentos de duelo,
tan sigilosa, tan carente, tan lejana
de mi oído fino y sereno.
¡Tristeza no te escondas!
No me ocultes tu bello nombre
te haré coplas con mi ruido blando
y el sonido se escuchará a lo lejos, como estruendo.
Quiero conocer la tristeza y vestir su traje negro,
pero ella es esquiva a mi abrazo tierno
¡Pero un día!
Un día me miré al espejo....
¡Y vi los ojos más tristes!
Los ojos tristes que tengo
Dalgys Teresa Bautista Sánchez
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