Cuando tu absurdo caminar
ya no siga la rutina.
Ahogando los suspiros,
marcando la dolorosa
cicatriz con las nostalgias…
Cuando ya nada lo nombra
morirán las alondras
y apagará los brillos a la luna
la obscura sombra agazapada…,
¡Sorda y mortal ironía!
Dormido sol y con olvidos
no hallará los caminos
marcado por tus pasos
y un vacío agotado hará nido
con mis ansias
inundando al corazón con lágrimas.
Cuando la solitaria sombra,
alada y angustiada, vista insólitas gradas,
girará amargada mi sonrisa
gritando dolorosos aullidos
hacia nunca jamás todo lo vivido.
Olga Mary Olymar (Argentina)
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