RATITOS

Hay ratitos que duran
toda la vida,

¿Te ha pasado?

Que un día se cruza en
tu vida una de esas personas
que tienen de todo, de esas
mágicas, que solo al saludarlas
te transmiten esa sensación
de paz, cuando tu alma más
inquieta está, de esas que
aún estando a 1683 kilómetros
de distancia, te hacen sentir
la tibieza de un abrazo de
esos que te reinician, que te
hacen ver la vida desde otra
perspectiva, que te valoran,
y luchan cada segundo por
darte un poco de su valioso
tiempo, dejarte ese detalle
que te hace sonreír y sonrojarte
al leer su mensaje, que logra
ponerte nerviosa cuando te
mira a los ojos haciendo que
agaches o desvíes la mirada
pues sientes que la suya se
cuela en tus ojos descubriendo
tus más anhelados deseos.

A mí si me ha pasado, encontré
a una persona mágica, que logró
sacudirme el alma, erizar mi
piel, hacerme sonrojar, y cuando
me cantó y mire su sonrisa,
ni lo pensé dos veces, le tomé
la mano, me sentí segura, me
abracé a sus besos, que son una
ternura, me envolví en su tiempo,
me empapé con sus detalles
pues son los más sinceros.

Ahora no deseo otra cosa
que quedarme ahí, envuelta
sus brazos, en sus horas,
en sus ojos, en sus labios,
aunque sea un ratito, de esos
ratitos maravillosos y eternos
que complementan la vida de
ambos.

Alejandra Rentería