Los años han pasado y su rostro endurecido
dice que no cree en el amor
las arrugas de su frente denotan
su mal humor junto a un gesto de desagrado.
Insensible al dolor ajeno pasa sus días
sus manías denotan la brusquedad en su ser,
es una vida triste llena de soledad
solo su máquina es quien le lleva al amor.
Escribe los más bellos versos
y romances de telenovela para los enamorados
es un genio en la escritura y de la literatura
romántico empedernido en el papel.
Pero en su realidad, es frío e insensible
al dolor ajeno de los demás
pobre ser solitario que pasa sus días
sin el roce de un ser humano
Aislado como un cautivo
prisionero de su propia fantasía
vive sus días anhelando un gran amor
que no sabe que está a su alrededor
Es aquella dama que cada día visita
es aquella mesera que le presta atención
es aquella que todos los días
le brinda café y sacia su hambre.
Es aquella que sabe todo sobre él
y a pesar de toda su brusquedad
lo acepta como es, en silencio
está clavado como una espina.
En silencio lo mira pasar a lo lejos
él, indolente a la vista de los demás,
pero un día la miró a los ojos
y vio la más bella mirada tierna.
Esa era la mirada que buscaba hace mil años
la que había perdido y le causó un gran dolor
por eso cerró su corazón y endureció su carácter
esa era la mirada perdida que un día olvidó.
Su coraza de hielo se derritió
y abrigó una nueva ilusión,
con palabras imprecisas
le invitó a salir a tomar un café
Era una gran sorpresa que el ogro
de la calle le hubiera invitado
y con voz cálida y tierna
le aceptó la invitación.
Desde aquel día, se dibujó una sonrisa
en aquel rostro endurecido.
sus manos toscas se convirtieron
en las más tiernas y dulces que llenan de amor.
Sus ojos se llenaron de brillo
ella era la ilusión de su vida
el dejo se ser el brusco y solitario
en insensible ogro de la calle.
Ella le transformó en un nuevo ser
y ahora todos sus versos de amor
tienen un nombre que le llenó
de satisfacción y de gran pasión.
Rocío Villacís
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