GÉNESIS ANDRÓGINO

Tal vez no hubo principio,
tampoco ciervos o paraísos,
ni aquella sirena perfecta
extraída de una costilla de barro,
destello ajusticiado
bajo el inevitable abrigo
de la ferviente
provocación
¿Habría una manzana ansiosa de ser mordida?
… o
¿Tan solo fueron instintos
mortales en manos de dioses?
Quizás ninguna serpiente
con escamas de universo,
estuvo entregando sus trenzas,
a expertos árboles
manipuladores.
Tal vez, 
¡Jamás se fraguó
el libro del conocimiento!
ausente el Edén
de curiosidad
e inspiración
¿Sería, qué?
¿Solitarios ecos de admirables
contemplaciones,
despertando en manos de la fascinación?
Dos…
amarrados a una única figura…
desnudando la palidez
de su absurda pureza,
expulsados del jardín
de los eunucos,
en virtud
del recién descubierto
enloquecimiento.
Tal vez si hubo un instante
impecable y magnífico,
asombro del ser andrógino
copulando con las alas desplegadas,
agitando al tiempo
inexistente,
sin el antes del después,
frotándose el fuego de sus piernas,
entregando su semen de gloria
a estrellas en la eternidad,
resucitando a la humanidad
en la violencia de sus dedos
candentes,
agitado entre el volcán
de su propia lava,
vigoroso gigante andrógino
¡Estallando!
colmando el vacío de devociones,
apretando y distendiendo
el musculoso movimiento
del Big Bang.

Scarlet C