En mi libro de poesía
escribía un bello verso,
de aromas y de ilusión
y de la hoja del libro,
brotó una bella flor.
Yo no podía creerlo
pero era realidad,
de aquel poema amoroso
sensual y cariñoso
una flor yo vi brotar.
Seguí escribiendo el poema
con mi amor hacia tus besos,
salía de mi corazón,
para enredarse en el viento
y llegar a tus anhelos,
inundarte de su aroma,
¡que sintieras emoción!
El tronco de esa linda flor
es tu deseo en mí,
de poseerme y amarme
y hacerme muy felíz.
La flor, es montaña de mi cima
que tú deseas alcanzar,
sube, trepa, hasta mi estela,
de suaves y ardientes rocas,
y mi flor, tuya será.
Rosario Ayllón.
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