Desde el instante que te conocí,
con la fuerza del torbellino
y locomotor remolino,
se levanta cual ola de mar,
con estallido y frenesí
amo la luz de tus ojos,
reflejan paz bella constante
acompañan mi peregrinar,
de terrícola caminante
con dolor, espinas y abrojos.
Luis González Chávez -México-
No hay comentarios:
Publicar un comentario