VIDA FRENTE AL CEMENTERIO…

Vivo frente al cementerio,
vivo en el bullicio de la calle
entre multitud de gente corriendo…
En un banco me siento,
miro al muro del cementerio
envidio su calma y su silencio,
asoman las copas de los árboles
erguidos, callados y quietos…
En mi mente por él paseo,
calles silenciosas embargan mis adentros,
respiro en esa su quietud y, paz siento,
imagino las miserias de estos vivos ahora muertos
me empapo de ellas y las siento…
Presiento su dolor, angustias y rotos sueños.
Lo intento…
Si pudiera probar y enterrarme en la tierra,
sentir el roce de una lombriz al pasar,
envoltura de oscuridad,
respirar la calidez del abrazo de la tierra…
Desprenderme de mis pecados,
enterrar los recuerdos que me atormentan,
quedarme en alegrías
fornicar nuevas utopías
y alados sueños regados de mis primaveras…
desnudarme de este forraje
que me asedia y confunde,
echar raíces nuevas
repletas de savia fluyendo sin cesar,
asistir a mi renacer sin florituras
ni espanto, solo fluctuar
y, latir latiendo en mi pulso.
Oscilo por instantes entre la vida
y la muerte, alterno y cambio,
sopeso, bullicio y silencio…,
dudo por instantes,
no se si salir oh, quedarme en los adentros,
es tan leve la distancia,
un muro y cinco metros.
Leviatán que me empuja al silencio,
ciega mis ojos, desvía la luz
de mis sentidos, me quiere dentro…
En libación constante me empuja
y se hace dueño de mis deseos…
Giro la mirada y en el sauce me aposento,
la vista es hermosa, inmensa ciudad
y caminar de vivos a ratos muertos…,
caen las hojas en susurros doblados,
sin prisa, ya no existe el tiempo,
el reloj de arena se lo llevaron los muertos.
Ramas de árbol abrazan los nidos,
hay ruiseñores y jilgueros,
canto de vida por encima del cementerio,
y…, vuelan las mariposas…
Hoy suspiro… me despido y sigo sueños…

Lola Wizner -México-