De noche, cuando el céfiro sopla
sientes la presión de muchos ojos
y cuando el calor del día sofoca,
sientes la presión de solo uno.
Pero al arribo de la noche cuando
la luz brillante del mundo muere en
el ocaso, el entendimiento y la imaginación
también tienen ojos, pero el corazón solo uno.
Sin embargo, cuando la luz de toda una
vida muere. El amor se apaga.
Angela Tavard Escotto
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