Miré el horizonte
y dije a mi esposo,
¿que ves amado mío?
me dijo,
el rocío veo en tus ojos,
y en tu pelo,
rubios cabellos,
que se ven hilados
con hilos de oro,
le dije, pues te amo,
te siento como el rey
de todo el universo,
y diciéndole esto,
le di en la boca un beso.
Y mis doncellas venían a saludarlo,
pues yo era la gran sacerdotisa,
y él, mi amado,
y cubriendo todos los espejos del mundo,
le dije, ves,
soy una gran maga,
cada día me tendrás
como si fuera distinta dama,
si crees conocerme,
no te lo creas,
pues te seduciré toda la vida,
soy la gran esfera,
mil héroes llevo para que seas,
el amor de un poeta para su reina.
Y diciendo eso, la luz se hizo,
y entonando la luna,
hizo mil hechizos,
por ser el hombre más bello,
en esta tierra.
y cubriéndolo de besos le dije, ves,
pues tampoco soy ésta,
ni las mil caras que veas,
pues eres poeta
y en mi llevo,
todas las musas,
que dentro de ti,
tú tengas.
Y vi que mi familia
lo aceptaba,
pues era buena persona
y me quería,
le dije,
ves, así es mi familia,
somos brujos de siempre,
somos de otras ideas,
no existimos,
somos aire, viento,
agua de cántaro fresca
para los sedientos,
somos fuego,
somos incienso,
y a ti te aman también,
mi amado esposo,
mi divino poeta...
FRAN TRO
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