Mis ojos saben
repletos de historias se encuentran,
misterios en ellos contenidos,
atrapar imágenes en fácil,
contenerlas presentes, calladas, ausentes,
a veces mucho cuesta…
Pero, mis ojos de ver los abrí un día de invierno…
medio siglo entornados y de pronto pierdo la cabeza;
mucho tiempo anduvo el cielo encapotado,
como sauce llorón callaba y dolía mi pena.
Empezó a despejarse a base de días y espera,
aunque la claridad negada aún se retardo en tener más paciencia.
Arribaron letras en mi estancia,
en la que yo me castigue a destierro y sacrificio,
¿habría sido mala y por eso nadie me quería?.
sudores de sangre me costaron las primeras,
nunca antes repare en ellas,
si algo escribía de mí se reían,
mejor guardarlas en mis ojos y mi cabeza,
a caballo anduvimos las dos,
por algo soy manchega – Quijote-
hilvanamos palabras y soy aprendiz de poeta,
Hoy, me llaman: santa pluma,
otros, santa paja,
y otros mala poeta.
De santa no tengo nada, no soy –santa Teresa-
de santa paja, jajajaja, a pendón no llega,
de mala poeta, navego en principio de letras.
simplemente soy una mas –poeta-
sencillamente humana, a veces cariñosa y otras seca,
terriblemente humana, siento como cualquiera,
llamo a las cosas a las cosas por su nombre,
al culo –culo- y a las tetas –tetas-.
LOLA WIZNER
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