Qué pasará por la mente de un traductor, pongamos por ejemplo y es un suponer de Bukowski, Thomas Bernarh, Maikovski, Alberto Manuel, o de Vila-Matas al francés. Su corazón, sus higadillos, la punta del cerebelo, sus neuronas haciendo el pino puente, les ayudará todo ello a vender sueños de infancia para que todo el mundo lea sin saber que eres tu quien escribe, quién traduce. Pesimismo, lujo, triste oficio para estamparlo en un currículo de plástico y ahora, de pronto y sin anestesia, aparece un comunista no se de donde ha salido, vomitivo como comunista, colombiano, amigo de Castro, Fidel, que aparte de un lujo de multimillonario y de escritor ¿o se dice ex escritor de ochenta años? que pone dos finales diferentes en su última novela para que no la pirateen es lo que tienen los comunistas a día de hoy. Como conclusión digo yo que soy capaz de poner dos o tres finales para que me pirateen y me traduzcan aunque solo sea al cubano.
GUILLERMO JIMÉNEZ FERNÁNDEZ -Mérida-
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Hace 1 día
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