de expresar tu más íntima agonía,
tu voluptuosidad, o tu alegría?
Arrópese en silencio el sentimiento.
O gima, se desborde, dance al viento
al compás de la mágica armonía
de rapsodia, romanza o sinfonía,
traductoras de júbilo y lamento.
En la música está cuanto sentimos,
y en cada nota, impreso, descubrimos
cuanto incapaces fuimos de expresar.
Cada compositor, en la distancia,
captó nuestra alma, dando resonancia
a las cuerdas del ser y del soñar.
FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -Los Ángeles-
No hay comentarios:
Publicar un comentario